Durante Le Mans Classic previsto para principios de julio de 2020, tres ejemplares completamente reconstruidos del Renault 4CV debían dar sus vueltas en el circuito. Todo resultó ser diferente. El Monte Carlo Historique previsto también se canceló. Los coches habían sido adaptados a las condiciones invernales para ese evento.
Pero después de dos años, del 30 de junio al 3 de julio, el evento finalmente tuvo lugar. Los tres coches inspirados en el 1063 pudieron finalmente salir a la pista ante una multitud.
Renault Classic trajo más coches, por supuesto. El 4CV también se exhibió bajo la atractiva carpa, y además varios deportivos basados en el 4CV fueron puestos en el candelero.

Por supuesto, debido a su antigüedad, el Renault 5 también recibió mucha atención. Una variada selección de la colección de fábrica hizo su aparición en Le Mans. Desde el primer 5L hasta la famosa versión de calle y pista del Renault 5 Turbo.
Por supuesto, muchos entusiastas también acudieron al evento y trajeron su clásico Renault o Alpine en gran número. Esto hizo que la décima edición de Le Mans Classic fuera un gran éxito con algo para el gusto de todos. El próximo año el evento tendrá lugar del 29 de junio al 2 de julio de 2023.

En los años 80, la campiña francesa aún rebosaba de viejos coches oxidados. Hoy en día hay que espiar con cuidado para descubrir coches viejos en algún lugar escondido en un denso bosque.

Estas fotos nos fueron enviadas desde Brasil. A lo largo de una carretera aparentemente limpia y de paso, están aparcados carros agrícolas de madera y también algunos coches. El rojo llama la atención.
Es un coupé Interlagos construido por Willys Overland. La versión brasileña del Alpine A108. En el enorme país un coche de este tipo es por lo menos tan raro como en Europa, por lo que se puede decir que es bastante único que este ejemplar todavía exista.

Cuál es el futuro de esta rareza, eso no está claro. Se necesita una restauración más que seria para devolver a este coche el brillo de antaño. Esperemos que un brasileño se encargue de ello.

Mientras tanto, reduce enérgicamente su colección. Sobre todo vende coches de los que tiene varios en su poder. Al mismo tiempo, mantiene los ojos abiertos para encontrar las joyas que nunca ha tenido.

Un coche de la colección desempeña un papel importante. Se trata de un Vivastella de 1930 que Brian compró en 1987. El primer propietario tuvo un accidente con él al año. El coche fue golpeado por detrás y parecía irreparable. Un concesionario de Renault en Londres cambió el coche en 1931 y lo convirtió en una grúa. Brian está convencido de que la superestructura es más antigua que el propio coche. El Vivastella de seis cilindros estuvo en activo hasta finales de los años sesenta.
El deseo de Brian era que el coche estuviera en buenas manos y que se mantuviera tal cual por el momento. Por ello, una seria delegación de Renault Classic se hizo cargo recientemente del coche.